jueves, 6 de junio de 2013

ESTADOS UNIDOS-PARTE II


En 1797, a George Washington le sucedió otro federalista, John Adams, quien se vio envuelto en una guerra naval no declarada contra Francia. En una atmósfera de histeria bélica, el Congreso, controlado por los federalistas, aprobó en 1798 las Leyes sobre Extranjeros y Sedición. Estas medidas permitieron la deportación o arresto de extranjeros «peligrosos» y prescribieron multas o prisión por publicar ataques «falsos, escandalosos y maliciosos» contra el gobierno. Diez editores republicanos fueron condenados conforme a la Ley de Sedición, la cual fue duramente denunciada por el abogado virginiano y principal autor de la Declaración de Independencia Thomas Jefferson.
En 1803 la joven nación realiza la compra de Luisiana a Francia y poco tiempo después compra también Florida a España.

Guerra angloestadounidense de 1812

En 1807, Gran Bretaña introdujo una serie de restricciones comerciales para impedir el comercio estadounidense con Francia, en respuesta al apoyo estadounidense a Napoleón Bonaparte, con quien Gran Bretaña estaba en guerra. Los Estados Unidos impugnaron estas restricciones como un bloqueo ilegal. El reclutamiento forzoso de ciudadanos estadounidenses en la Marina Real y el apoyo militar de Gran Bretaña a los indios americanos, quienes se oponían a la expansión de la frontera estadounidense en el noroeste, agravó aún más la tensión entre los dos países. Además, Estados Unidos trató de defender el honor nacional de cara a lo que consideró insultos británicos, particularmente el asunto de Chesapeake. Estados Unidos declaró la guerra a Gran Bretaña el 18 de junio de 1812.
Estados Unidos comenzó una invasión total de la colonia británica de Canadá, pero para sorpresa de ellos, el ejército estadounidense fue prácticamente aniquilado en el campo de batalla por las guarniciones locales británicas, siendo repelido de Canadá. Los Estados Unidos respondieron con una segunda ofensiva en el este de Canadá, pero esta invasión también fue derrotada. El gobernador británico de Canadá, George Provost, ordenó una contra-invasión de los Estados Unidos, y los británicos saquearon la ciudad de Detroit y todo el estado de Maine.
Gran Bretaña decidió responder con una estrategia de cinco puntas: Bloqueo de la costa atlántica de los Estados Unidos, invasión de la región de la bahía de Chesapeake, saqueo a Washington, saqueo al principal puerto caribeño de Nueva Orleans, y finalmente invasión del valle del río Misisipi; dicha estrategia se basaba en la enorme superioridad de la Armada británica. Los británicos bloquearon con éxito la costa atlántica e invadieron la región de la bahía de Chesapeake. El ejército estadounidense atacó a los británicos en la batalla de Bladensburg pero fueron derrotados, dejando así un camino de menor resistencia entre la bahía de Chesapeake y Washington. El 24 de agosto de 1814, el ejército británico entró en Washington. El presidente estadounidense, James Madison había ordenado que la ciudad fuese evacuada, por lo que una vez más, los británicos no encontraron resistencia armada. El general británico, George Cockburn, ordenó arrasar la ciudad. La Casa Blanca, el Capitolio de los Estados Unidos, la sede de la Armada, la Biblioteca del Congreso, y el Tesoro de los Estados Unidos fueron quemados.
La derrota y el retorno al colonialismo parecía inevitable para los estadounidenses, pero, de repente, la marea de la guerra comenzó a girar. Dos semanas después del saqueo de Washington, el ejército estadounidense rechazó al ejército británico en la batalla de North Point, obligándolo a retirarse hacia el océano atlántico. Los británicos lanzaron una segunda ofensiva en contra de la ciudad portuaria de Baltimore, pero los estadounidenses rechazaron la invasión con éxito.
El presidente estadounidense, James Madison hizo un llamamiento para la paz y el primer ministro británico, Robert Jenkinson estuvo de acuerdo. En diciembre de 1814, los funcionarios de los dos países se reunieron en Gante, Bélgica y acordaron firmar un tratado de paz que resultó en el reconocimiento del status quo ante bellum. Sin embargo la noticia del tratado de Gante no llegó a los Estados Unidos en varios meses y, mientras tanto, los británicos lanzaron su asalto final sobre las ciudades portuarias de Nueva Orleans y Mobile. El general estadounidense y futuro presidente, Andrew Jackson, llevó a los estadounidenses a la victoria en la batalla de Nueva Orleans, pero los británicos capturaron con éxito Mobile. Noticias del tratado de paz por fin llegaron a Estados Unidos el 23 de marzo de 1815 y los británicos retiraron todas las tropas de los Estados Unidos y terminaron el bloqueo naval.
Hoy en día, la guerra sigue siendo objeto de acalorado debate entre los estadounidenses, británicos y canadienses, con cada uno de los tres pueblos proclamando la victoria.

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