jueves, 6 de junio de 2013

ESTADOS UNIDOS-PARTE II

Los primeros años de Estados Unidos independiente
 Después de esta segunda guerra, Estados Unidos gozó de un período de rápida expansión económica, sobre todo a partir de la colonización y expansión hacia el Oeste. Ya a fines del siglo XVIII se había iniciado el avance imparable de los colonos, bien desde los trece estados originales (las antiguas trece colonias que están representadas en las trece barras de la bandera estadounidense) o directamente desde el continente europeo, por lo general, emigrantes anglosajones (irlandeses, escoceses, ingleses y galeses) y de otros países de la Europa Central y Occidental (principalmente alemanes). Muchos de estos inmigrantes viajaban desde Nueva York y Filadelfia hacia la parte oriental del estado de Pensilvania, donde se construían en el hoy conocido como Dutch Country las carretas de gran tamaño tiradas por mulas que se conocían como «Conestoga Wagons» ('carretas Conestoga').
Las inacabables caravanas de estas carretas fueron los verdaderos motores de la ocupación progresiva del continente hacia el oeste. Sin embargo, no se trató de la ocupación de áreas «pioneras» (es decir, áreas deshabitadas que podían destinarse a la ocupación sistemática con fines agropecuarios), ya que gran parte del territorio estaba previamente ocupado por pueblos originarios, colonos franceses procedentes del Canadá francés, así como todas las ciudades fundadas por los españoles antes en los territorios de Arizona, Texas, Colorado, Nuevo México, Utah, Nevada y California, ciudades que ya habían crecido, incluso, antes de la expedición de los peregrinos en 1620 que dio origen a la formación de las colonias inglesas en el siglo XVII. Así pues, ciudades como Detroit, Dubuque, Saint Louis, Nueva Orleans, Baton Rouge, Des Moines, Louisville y muchas otras, ya habían sido fundadas por los franceses bastantes años antes de esa especie de estampida hacia el oeste, y lo mismo podía decirse de las ciudades fundadas por los españoles que procedían de México, como Socorro, San Antonio, Albuquerque, Santa Fe, El Paso, San Diego, San Bernardino, Los Ángeles, San Francisco, etc. que se habían fundado durante los siglos XVI y XVII.
Toda esta expansión hacia el Lejano Oeste (Far West) se vio dinamizada por dos hechos muy importantes: el descubrimiento de oro en California (1848) y la culminación de la red ferroviaria con la primera línea transcontinental en 1869 (el primer ferrocarril de vapor se había inaugurado en Baltimore (Maryland), en 1830). Una red nacional de carreteras y canales recorría el país, buques de vapor surcaban los ríos, y la Revolución industrial había llegado a Estados Unidos: la región de Nueva Inglaterra contaba con fábricas de textiles y Pensilvania con fundiciones de hierro. Para la década de 1850 había fábricas que producían artículos de hule, máquinas de coser, zapatos, ropa, equipos agrícolas, pistolas, relojes, etc.
 Guerra contra Mexico

Entre las décadas de 1820 y 1830, después de la proclamación de la Doctrina Monroe de expansión territorial hacia el Pacífico, miles de colonos estadounidenses se establecieron en las comunidades anglosajonas de Texas (entonces territorio mexicano). En aquel momento el gobierno mexicano se encontraba en una mala situación económica al término de una guerra de independencia con España que duró más de una década, y dio la bienvenida a los colonos. El gobierno mexicano obtuvo fondos vendiendo tierras a estos colonos que prefirieron mudarse a territorio mexicano en vez de pagar altos precios en Luisiana y otros estados del sur. Estos colonos esperaban, además, que Estados Unidos comprara Texas para proveer de más tierra a sus nuevos ciudadanos.

En 1820 un empresario de Misuri, Moses Austin, había negociado con España para que se le permitiera llevar 300 colonos a Texas. Stephen Austin, el hijo (conocido como el padre de la República de Texas) siguió estos planes con el nuevo gobierno mexicano, escogiendo colonos que fueran buenos trabajadores y que pudieran ser leales al gobierno mexicano. El gobierno mexicano, que había abolido la esclavitud, toleró que los colonos trajeran sus esclavos para trabajar las tierras y venderlos a otros colonos pero se listaban como «sirvientes contratados» (indentured servants en inglés). Problemas con el nuevo gobierno del presidente Antonio López de Santa Anna causaron que los colonos se levantaran en armas y lucharan, con el franco apoyo del «Norte», para obtener la independencia, ya que para entonces los colonos anglosajones eran más numerosos que los colonos mexicanos. Después de la guerra (1836), Texas se estableció como una república independiente, pero casi inmediatamente buscó su anexión a los Estados Unidos, que obtuvo algunos años después.
En 1846 Estados Unidos incursiona en el norte de México en una zona texana en disputa, donde las tropas son atacadas y como consecuencia en 1847 Estados Unidos le declara la guerra a México, venciéndole. Por el Tratado de Guadalupe-Hidalgo (1848) adquiere además de la zona en disputa, los territorios mexicanos de Alta California y Nuevo México que hoy actualmente conforman los estados de Arizona, California, Nevada, Nuevo México, Utah, y partes de Oregón, Colorado y Wyoming.
 La abolicion de la esclavitud

Desde su nacimiento, Estados Unidos se convirtió en el más importante comprador de esclavos para satisfacer la demanda de mano de obra en las pesadas labores agrícolas. La esclavitud se extendió entre los estados sureños que practicaban principalmente la agricultura y a la postre se convirtieron en los estados secesionistas.
La Isla de Gorea, ubicada a unos cuantos kilómetros frente a la costa de Senegal, en el océano Atlántico, fue el lugar desde donde se organizó el tráfico de esclavos hacia Estados Unidos de América, que durante los siglos XVII, XVIII y hasta la abolición de la esclavitud, en el siglo XIX, desplazó a más de 20 millones de personas de África.
En 1858, cuando el senador Douglas buscó la reelección, fue desafiado por Abraham Lincoln y el Partido Republicano (un nuevo partido en contra de la esclavitud, y que nada tenía que ver con el Partido Republicano de Jefferson). En una serie de debates históricos con Douglas, Lincoln exigió un alto a la expansión de la esclavitud. Estaba dispuesto a tolerarla en los estados del sur, pero al mismo tiempo afirmó que «este gobierno no puede subsistir permanentemente siendo mitad esclavo y mitad libre».

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